
RI4 – Cambio climático y el comercio internacional/ Climate Change and International Trade
Basándose en un análisis de miles de publicaciones científicas, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha llegado a la conclusión de que el calentamiento del sistema climático de la tierra es “inequívoco”, y que es “muy probable” que las actividades humanas sean la causa. Entre los efectos más preocupantes se encuentran las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
El comercio y el cambio climático se entrecruzan desde cuatro perspectivas, distintas pero relacionadas entre sí: la ciencia del cambio climático, la teoría del comercio, las actividades multilaterales para hacer frente al cambio climático, y las políticas nacionales en materia de cambio climático y sus efectos en el comercio.
La Organización Mundial Comercio (OMC) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su informe “El comercio y el cambio climático” advierten que las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarán entre un 25 y un 90% de 2000 a 2030. Los países en desarrollo, de no aplicar estrategias y medidas adecuadas, podrían elevar considerablemente la emisión de gases en los próximos quince años.
De acuerdo con el documento, se prevé que la mayoría de los sectores de la economía mundial se vean afectados, teniendo consecuencias para el comercio. La agricultura es uno de los sectores más vulnerables, ya que el rendimiento de las cosechas en algunos países africanos podría disminuir hasta un 50% para 2020 y los ingresos netos procedentes de las cosechas podrían llegar a reducirse hasta un 90% para 2100.
Los sectores de la pesca y la silvicultura también corren peligro. Se prevén importantes repercusiones en los ecosistemas costeros, además de la desaparición del coral y la pérdida de biodiversidad marina. En consecuencia, el turismo será otro sector afectado.
Uno de los efectos más claros se reflejará en la infraestructura y las rutas comerciales. El IPCC ha indicado que las instalaciones portuarias, así como edificios, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puentes corren grave peligro de sufrir daños a causa de la subida del nivel del mar y la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y huracanes. Además, se prevé que los cambios del hielo marino, sobre todo en el Ártico, hagan que aparezcan nuevas rutas de navegación.
El cambio climático puede influir en la estructura y el volumen de las corrientes comerciales internacionales, así como alterar la ventaja comparativa de los países y provocar cambios en la estructura del comercio internacional. Este efecto será más intenso en los países cuya ventaja se deba a factores climáticos o geofísicos. También puede intensificar la vulnerabilidad de las cadenas de abastecimiento, transporte y distribución de las que depende el comercio internacional. Toda perturbación de esas cadenas aumentará los costos de participación.
Asimismo, se señala que las emisiones de gases de efecto invernadero que genera el comercio internacional se deben al transporte de mercancías. El tráfico marítimo es el más eficiente en términos de emisiones de carbono.
Ha suscitado especial preocupación el grado en que la competitividad internacional de los sectores industriales de alto consumo de energía se verá afectado por las políticas internas de limitación de las emisiones de carbono. Prestando especial atención a la cuestión de la “fuga de carbono”, es decir, el riesgo de que las empresas de gran intensidad de energía simplemente se trasladen a países sin reglamentaciones en materia de cambio climático.
La aplicación de medidas en frontera plantea dos grandes retos: justificar las medidas en frontera (evaluar con exactitud las pérdidas causadas por la fuga de carbono y las pérdidas de competitividad) y determinar un precio “justo” que ha de imponerse a los productos importados para armonizar sus precios con el costo interno que supone el cumplimiento de un régimen de comercio de emisiones.
El comercio puede multiplicar las posibilidades de comunicación entre los países, haciendo posible que los países en desarrollo aprendan métodos y diseños de producción de los desarrollados. El proceso de aprendizaje que ofrecen las relaciones económicas internacionales reduce el costo de la innovación y la imitación en el futuro.
Canadá, la Unión Europea y los Estados Unidos han realizado evaluaciones ambientales de los acuerdos comerciales que han suscrito. A pesar de sus limitaciones, estos estudios dan algunos indicios acerca de las cuestiones que preocupan a los negociadores comerciales y los grupos de la sociedad civil al examinar los acuerdos comerciales desde el punto de vista de sus probables efectos ambientales.
El TLCAN es el acuerdo comercial que ha sido objeto de un examen más minucioso. La Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte, institución creada por el tratado, ha realizado muchos estudios ambientales a fin de examinar los efectos del acuerdo comercial en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Se calculó que las emisiones de dióxido de carbono resultantes del comercio del tratado aumentarían entre 2.4 y 4 veces con respecto a sus niveles actuales en las cinco principales rutas de transporte. Un segundo estudio se centró en el sector de la generación de electricidad en los países del TLCAN, concluyendo que las presiones ambientales resultantes del aumento de la demanda y del comercio de electricidad en Canadá, México y los Estados Unidos dependerán de dos factores clave: los reglamentos nacionales sobre protección ambiental que rigen el funcionamiento de las centrales existentes y la repercusión de las nuevas tecnologías de generación de electricidad en la producción de combustible.
Un mayor impulso político, en 1997, desembocó en la firma del Protocolo de Kyoto en el que se establecen compromisos específicos y vinculantes de reducción de las emisiones para los países industrializados. Adicionalmente, los Miembros de la OMC se concentran en fortalecer aún más la cooperación y la coherencia entre los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente; así como en reducir o eliminar los obstáculos arancelarios y no arancelarios a los bienes y servicios ecológicos.
Los avances tecnológicos, los cambios en las preferencias de los consumidores y la modificación de las políticas económicas transforman constantemente las economías y modifican las ventajas económicas relativas de las naciones y su competitividad general.
“En TLC Asociados, desarrollamos un equipo multidisciplinario de expertos en auditorías y análisis de riesgos para asesorar, implementar estrategias y dar cumplimiento en operaciones de comercio exterior”.
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Based on an analysis from thousands of scientific publications, the Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) has come to the conclusion that the warming of Earth’s climate system is “evident”, and that human activity is “most likely” to be the cause. Among the most worrying effects are the global emissions of greenhouse gases.
Both trade and climate change intersect on four perspectives somewhat different but related to one another: the science of climate change, trade theory, multilateral efforts to address climate change, and national climate change policies and their impact on trade.
The World Trade Organization (WTO) and the United Nations Environment Program (UNEP) in their report “Trade and Climate Change” warn that greenhouse gas emission will increase between 25 to 90% from 2000 to 2030. If developing countries do not implement the proper strategies and measures, they could considerably increase the gas emission in the next fifteen years.
According to the report, it is expected for most of the world’s economic sectors to be affected, impacting trade. Agriculture is one of the most vulnerable sectors, as crop yields in some African countries could fall by as much as 50% by 2020 and net income from harvests could be reduced by up to 90% by 2100.
Fishing and forestry sectors also at risk. Significant impacts on coastal ecosystems are expected, in addition to the disappearance of coral and the loss of marine biodiversity. As a result, tourism will be another sector affected.
One of the clearest effects will manifest in infrastructure and commercial routes. The IPCC has stated that the port facilities, such as buildings, roads, railroads, airports and bridges are at serious risk of damage from rising sea levels and the increasing frequency of extreme weather events such as floods and hurricanes. Furthermore, changes in sea ice, especially in the Arctic, are expected to lead to the emergence of new shipping lanes.
Climate change can influence the structure and volume of international trade flows, alter countries’ comparative advantage and cause changes in the structure of international trade. This effect will be most intense in countries whose advantage is due to climatic or geophysical factors. It may also increase the vulnerability of the supply, transport and distribution chains on which international trade depends. Any disruption of these chains will increase the costs of participation.
It is also pointed out that the greenhouse gas emissions generated by international trade are due to the transport of goods. Maritime traffic is the most efficient in terms of carbon emissions.
The degree to which the international competitiveness of energy-intensive industrial sectors will be affected by domestic policies to limit carbon emissions has been a matter of concern. Paying attention to the issue of “carbon leakage”, i.e. the risk of energy-intensive companies simply moving to countries without climate change regulations.
Implementing border measures poses two major challenges: justifying border measures (accurately assessing losses caused by carbon leakage and competitiveness losses) and determining a “fair” price to be imposed on imported products to harmonize their prices with the internal cost of complying with an emissions trading scheme.
Trade can multiply the possibilities of communication between countries, making it possible for developing countries to learn production methods and designs from developed countries. The learning process offered by international economic relations reduces the cost of future innovation and imitation.
Canada, the European Union and the United States have conducted environmental assessments of their trade agreements. Despite their limitations, these studies give some indication of the issues of concern to trade negotiators and civil society groups in examining trade agreements from the point of view of their likely environmental effects.
NAFTA is the most scrutinized trade agreement. The North American Commission on Environmental Cooperation, an institution created by the treaty, has conducted many environmental studies to examine the effects of the trade agreement on greenhouse gas emissions.
Carbon dioxide emissions resulting from treaty trade were estimated to increase by 2.4 to 4 times their current levels on the five main transport routes. A second study focused on the power generation sector in NAFTA countries, concluding that the environmental pressures resulting from increased demand and trade in electricity in Canada, Mexico and the United States will depend on two key factors: national environmental protection regulations governing the operation of existing plants and the impact of new power generation technologies on fuel production.
Greater political momentum, in 1997, led to the signing of the Kyoto Protocol setting out specific binding emission reduction commitments for industrialised countries. In addition, WTO Members focus on further strengthening cooperation and coherence among multilateral environmental agreements, as well as reducing or eliminating tariff and non-tariff barriers to environmental goods and services.
Technological advances, changes in consumer preferences and changes in economic policies are constantly transforming economies and changing the relative economic advantages of nations and their overall competitiveness.
“In TLC Asociados, we develop a multidisciplinary team of experts in audits and risk analysis for consulting, implementing strategies and complying with foreign trade operations”.
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