
RI24 – COVID: Transformación digital/ COVID: Digital Transformation
La pandemia ha impactado enormemente en la sociedad, no solo en términos de su amenaza en la salud y bienestar de las personas, sino también en la interrupción de la actividad económica mundial, lo cual pone en peligro los medios de vida y las finanzas públicas en todo el mundo. No menos que cualquier otro sector, la manufactura se ha visto afectada, con cadenas de valor mundiales esenciales detenidas o severamente interrumpidas.
Las estadísticas de la Organización para el Desarrollo Industrial de las Naciones Unidas (ONUDI por sus siglas en inglés) muestran que el crecimiento de la producción disminuyó un 6.0 % en el primer trimestre de 2020 —caída provocada por la pandemia y las restricciones comerciales existentes. El índice de producción industrial de la ONUDI muestra que la mayoría de los países en marzo de 2020 tuvo tasas de crecimiento negativas en comparación con periodos anteriores a la emergencia sanitaria, siendo 4.8 % frente a diciembre de 2019 y 4.6 % en comparación con marzo de 2019.
No obstante, la industrialización continuará jugando un papel vital en las estrategias de crecimiento y desarrollo a largo plazo de los países. El sector manufacturero es crucial para reconstruir la sociedad en el inmediato plazo para la producción de medicamentos, de equipo de protección personal, kit de pruebas, entre otros.
En los últimos años, la industria ha pasado por una transición hacia la digitalización, a fin de aumentar el valor agregado, la productividad y la eficiencia. Esta tiene dos grandes desafíos: la inclusión social y la accesibilidad en los países en desarrollo. La pandemia ha acelerado la digitalización o la llamada “Cuarta Revolución Industrial” (4RI) impulsando una producción localizada y personalizada, acortando las cadenas de valor y reduciendo los riesgos de la cadena de suministro para las empresas.
Incluso antes de la crisis sanitaria global, la industria se encontraba en medio de un cambio rápido y sin precedentes debido a la convergencia de lo digital con los sectores manufactureros tradicionales. Tecnologías disruptivas, como inteligencia artificial, robótica avanzada, impresión en 3D, el internet de las cosas, entre otras, han revolucionado la fabricación. Generando oportunidades para aumentar la productividad, y al mismo tiempo desafiando los objetivos de la inclusión social.
La pandemia es una oportunidad para para aprovechar los beneficios de la 4RI, crear los sectores productivos del futuro, fomentar a largo plazo la resiliencia y construir un futuro mejor.
De alguna manera, ya se puede observar que las medidas de cuarentena implementadas en la mayoría de los países han estimulado la integración de 4RI. Por ejemplo, la migración al ciberespacio y la participación virtual o remota en actividades sociales, educativas y económicas han permitido reducir el impacto psicosocial del distanciamiento social. Las herramientas de big data son más utilizadas para la gestión de crisis y el aprendizaje predictivo, lo cual permite tener datos en tiempo real para tomar decisiones de una forma más rápida y eficiente. El mundo ha sido testigo del cambio hacia el comercio electrónico sobre el comercio minorista físico y el servicio.
La 4RI ha generado una amplia gama de potenciales soluciones para luchar contra el COVID-19 y sus efectos sociales, económicos y ambientales. Esto hace evidente que la nueva normalidad en la etapa post pandemia será impulsada por la 4RI, en donde la aplicación de las tecnologías permitirá un desarrollo industrial sostenible e inclusivo. Algunos ejemplos se muestran en la siguiente tabla.
Sin embargo, la crisis también ha presentado desafíos en todo el espectro de desarrollo de la 4RI y demuestra que no todos están listos para adoptar procesos más digitalizados y entrar a la nueva normalidad. La brecha digital sigue siendo muy visible, el mundo y los sectores aún enfrentan varios retos de digitalización. Cifras de la Unión Internacional de Telecomunicaciones estima que menos del 50% de los hogares en los países en desarrollo tienen acceso a internet, mientras que en los países menos desarrollados alrededor del 12% de las personas tienen acceso domiciliario a internet en 2019.
La ONUDI considera que para hacer que la Cuarta Revolución Industrial funcione, el desarrollo tecnológico debe ser prioridad de los gobiernos. Quienes deben actuar en tres temas principales:
- Innovación y nuevas tecnologías: promoviendo la transformación digital y la construcción de ecosistemas de innovación.
- Inversión y promoción de la tecnología: fomentar la colaboración y asociación a nivel privado, educativo, y político para impulsar el conocimiento, la transferencia de tecnología a fin de atraer inversiones.
- Infraestructura y estándares o normas: mejorar la calidad de la infraestructura de los sistemas a nivel nacional y regional a fin de fortalecer al sector empresarial, apoyando en la formación de capacidades de evaluación y cumplimiento a las pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de mejorar su producción y participar en las cadenas globales de valor.
Fuente:
https://www.unido.org/sites/default/files/files/2020-07/UNIDO_COVID_Digital_Transformation_0.pdf
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The pandemic has heavily impacted society, and not only in terms of health and wellbeing, but also as it interrupts the global economic activity. This puts at risk livelihood and public finances all over the world. No less than any other sector, manufacturing has also been affected, with essential global value chains halted or severely disrupted.
The statistics presented by the United Nations Industrial Development Organization (UNIDO) show that production has decreased a 6.0% during the first quarter of 2020 — a downturn caused by the pandemic and the existing trade restrictions. The industrial production rate from UNIDO shows that most of the countries had negative growth rates during March 2020 in comparison with pre-pandemic times, with 4.8% compared with December 2019 and 4.6% compared with March 2019.
Nevertheless, industrialization will continue to play a vital role in the long-term growth and development strategies for countries. The manufacturing sector is vital to re-build society in short term to produce medication, personal protective equipment, test kits, among others.
In recent years, the industry has undergone a transition towards digitalization, in order to increase value added, productivity and efficiency. This has two major challenges: social inclusion and accessibility in developing countries. The pandemic has accelerated digitization or the so-called “Fourth Industrial Revolution” (4RI) by boosting localized and customized production, shortening value chains and reducing supply chain risks for enterprises.
Even before the global health crisis, the industry was in the midst of a rapid and unprecedented change due to the convergence of digital and traditional manufacturing sectors. Disruptive technologies, such as artificial intelligence, advanced robotics, 3D printing, the Internet of Things, among others, have revolutionized manufacturing. Generating opportunities to increase productivity, while challenging the goals of social inclusion.
The pandemic is an opportunity to harness the benefits of 4RI, create the productive sectors of the future, build long-term resilience and build a better future.
In some ways, it can already be seen that the quarantine measures implemented in most countries have stimulated the integration of 4RI. For example, migration to cyberspace and virtual or remote participation in social, educational and economic activities have reduced the psychosocial impact of social distancing. Big data tools are more widely used for crisis management and predictive learning, allowing for real-time data to make decisions more quickly and efficiently. The world has witnessed the shift towards e-commerce on the physical retail and service.
The 4RI has generated a wide range of potential solutions to combat COVID-19 and its social, economic and environmental effects. This makes it clear that the new normality in the post-pandemic phase will be driven by the 4RI, where the application of technologies will allow sustainable and inclusive industrial development. Some examples are shown in the following table.
However, the crisis has also presented challenges across the spectrum of 4RI development and shows that not everyone is ready to adopt more digitized processes and enter the new normality. The digital divide is still very visible, the world and sectors still face several digitisation challenges. Figures from the International Telecommunication Union estimate that less than 50% of households in developing countries have access to the Internet, while in the least developed countries around 12% of people will have home access to the Internet by 2019.
UNIDO believes that to make the Fourth Industrial Revolution work, technological development must be a priority for governments. They must act on three main issues:
- Innovation and new technologies: promoting digital transformation and the construction of innovation ecosystems
- Investment and technology promotion: fostering collaboration and partnership at private, educational, and political levels to boost knowledge, technology transfer to attract investment.
- Infrastructure and standards or norms: improve the quality of the infrastructure of the systems at the national and regional levels in order to strengthen the business sector, supporting the formation of evaluation and compliance capacities of small and medium enterprises, with the objective of improving their production and participation in global value chains.
Source:
https://www.unido.org/sites/default/files/files/2020-07/UNIDO_COVID_Digital_Transformation_0.pdf
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