Envejecimiento de la Población Mundial
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el envejecimiento de la población es la principal tendencia demográfica a nivel mundial que requiere de gobiernos y sociedades preparadas para aprovechar las oportunidades de este cambio demográfico.
A nivel mundial, señala el documento, la tasa de crecimiento de la población ha disminuido. Proyecciones de la ONU indican que cada vez un mayor número de países experimentan una caída anual de la población, pasando de 41 en 2022 a 88 en 2050. La tasa anual media de crecimiento para la India (país más poblado del mundo) se proyecta en 0.7% para el período 2020– 2040, la cual es inferior al promedio mundial de 0.8%.
Muchos países, en las próximas décadas, estarán sometidos a presiones fiscales y políticas debido a las necesidades de asistencia sanitaria, pensiones y protecciones sociales de este grupo de población en aumento.
Considera que el envejecimiento de la población es consecuencia de la caída de la fecundidad, el aumento de la longevidad y el paso de grandes grupos de población a una edad más madura. La esperanza de vida mundial ha pasado de 34 años en 1913 a 72 años en 2022. Se estima que para 2050 la proporción de personas de más de 80 años en el mundo se cuadruplicará, representando el 5% de la población total.
Lo cual hace predecir potenciales problemas de salud, sociales y económicos en las próximas décadas, indica el análisis del FMI. Ante esta situación resalta la importancia de cambiar los estilos de vida, la inversión pública y privada, las reformas institucionales y de política, y la innovación y adopción tecnológicas; en caso de que los gobiernos no se preparen para enfrentar este cambio demográfico se tendrán posibles tenciones fiscales, así como una disminución en la calidad de vida de las personas mayores por falta de recursos humanos, financieros e institucionales.
Señala como fundamental un cambio de conducta en la sociedad que lleven a un envejecimiento saludable, entre ellos fomentar políticas que favorezcan la actividad física (como los desplazamientos a pie o en bicicleta), dietas más sanas y reducir el consumo de tabaco, e impulsar inversiones en infraestructura dirigidas a crear espacios adaptados para las personas de edad.
Otro factor clave es la inversión en el capital humano. De acuerdo con el documento, los gobiernos deben mantener el crecimiento económico per cápita pese al descenso del porcentaje de población en edad de trabajar, mediante programas de capacitación que incrementen la productividad de población activa y que fomenten la participación de grupos minoritarios.
También recomienda a los países fomentar políticas y programas que generen más opciones en cuanto a la edad de jubilación, que incentiven el ahorro personal para el retiro, promover que los sectores económicos brinden oportunidades a los trabajadores de más edad, desarrollar y fortalecer los sistemas de cuidados a largo plazo, y promover la prevención y detección oportuna de enfermedades.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su documento “Cambio demográfico y brechas de protección social en el Caribe hispanohablante, Centroamérica y México” señala que la región seguirá creciendo hasta 2059, llegando a los 250 millones de habitantes, punto a partir del cual comenzará a disminuir.
De acuerdo con el documento, México registra una tasa de 1.8 hijos por mujer, con una esperanza de vida de 75 años, una tasa de crecimiento anual del 0.73%. Por lo que, alcanzará su máximo de población en 2052.
En América Latina y el Caribe, la población de 60 años y más pasó de 8.7 a 89.9 millones de personas entre 1950 y 2023, representando, actualmente, el 13.5% del total de la población. Según el estudio, en 2050 el 25% de la población será de edad avanzada.
La CEPAL indica que la esperanza de vida actual en la región es de 74.3 años, y que para 2050 será de 79.3 años. Lo cual generará importantes desafíos en materia de protección social.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del INEGI, en México hay más de 18 millones personas que tienen más de 60 años. De ellas, más de 6 millones participan en el mercado laboral, pero casi 5 millones de los adultos mayores con un empleo laboran en la informalidad y apenas un poco más de 1 millón tiene las prestaciones y la seguridad de un empleo en la economía formal.
Por ello, en marzo de 2023, el Senado aprobó de forma unánime y con 88 votos, el decreto que adiciona la fracción XV Bis, al artículo 132° y la fracción I Bis al artículo 133°; ambas en la Ley Federal del Trabajo (LFT). Esta iniciativa busca que las empresas con más de 20 colaboradores tengan un mínimo del 5% de adultos mayores, de 60 años en adelante.
Ante esta reforma es importante que las empresas revisen y elaboren los cambios necesarios para adecuar a esta normativa sus sistemas de recursos humanos, financieros y materiales.
Fuente:
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